viernes, 28 de agosto de 2015

Lo inútil que resulta pretender hacer de un Universo, algo sólo útil

Mi primer embate para aprender chino me encontró en esta posición: una parte de mí me preguntaba ante cada dificultad (y todo parecía ser una gran dificultad): ¿para qué estoy haciendo esto? ¿Para qué tengo que aprender este idioma endiablado?

Si se quiere aprender chino, no hay razón que mejor garantice el fracaso que la pragmática.

El idioma chino es algo demasiado profundo, y un universo en sí mismo. Si se lo quiere reducir a una mera herramienta se condena uno a aprender mal algunas frases y palabras sueltas que sólo servirán para que se desempeñe inseguro y ofuscado porque no puede expresar nada de lo que quiere expresar.

Eso, en el mejor de los casos. En la mayoría, el sentido de que el empeño por aprender chino es inútil se hace cada vez más y más pesado, hasta que ya no lo soportamos y abandonamos.


Quizás entonces aparezca una nueva oportunidad de aprender el chino, que sólo tendrá éxito si la motivación es otra.

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